Un mandala es una representación simbólica divina usadas más que todo en el hinduismo y en el budismo.
Los primeros mandalas que existieron aparecieron en la India, gracias a ofrendas que le hacían a los Dioses, son diagramas complejos que representan espiritualidad y ofrecimiento.
Se hacen a partir de figuras concéntricas, lo cual sugiere la idea de perfección ya que ayuda al equilibrio y la purificación que ayuda a transformar la mente.
Son una serie de formas geométricas concéntricas organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son: círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos.
Según la Psicología los mandalas representan al ser humano. Interactuar con ellos te ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar tu creatividad y a reconectarte con tu ser esencial. Es como empezar un viaje hacia tu esencia, te abre puertas hasta ahora desconocidas y hace que brote tu sabiduría interior. Integrarlas a tu vida te dará centro y la sensación de calma en medio de las tormentas.
No son simples dibujos de colores, cada forma tiene su significado y todos son igual de importantes, las formas más usadas son:
- Círculo: movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo.
- Corazón: sol. Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión.
- Cruz: unión del cielo y la tierra. Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente.
- Cuadrado: procesos de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio.
- Estrella: símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación.
- Espiral: vitalidad. Energías curativas. Búsqueda constante de la totalidad.
- Hexágono: unión de los contrarios.
- Laberinto: implica la búsqueda del propio centro.
- Mariposa: auto renovación del alma. Transformación y muerte.
- Pentágono: silueta del cuerpo humano. Tierra, agua, fuego.
- Rectángulo: estabilidad. Rendimiento del intelecto. La vida terrenal.
- Triángulo: agua, inconsciente (hacia abajo); vitalidad, transformación (hacia arriba); agresión hacia uno mismo (hacia el centro)